La semana pasada se celebró el día de la
Familia y poco después el día de Internet. Este fin de semana, dándole vueltas
al tema, he pensado que de alguna manera ambos celebran a la familia. ¿Por qué
llego a esta conclusión? Me explico:
No digo nada nuevo cuando afirmo que Internet
ha supuesto una revolución en nuestras vidas, aunque suene muy grandilocuente
ha sido exactamente así. Ya sé que a partir de una determinada generación
Internet es una normalidad más dentro de todas las “facilidades” que tienen a
mano, pero los que hemos sufrido los ruiditos del primer modem, o el “niña
corta Internet de una vez que quiero llamar por teléfono”, para nosotros sí que supuso una revolución
grande, primero en las empresas y después en nuestras casas de tal forma que hemos llegado al punto en el que estar sin
Red es un drama familiar.
Sin apenas darnos cuenta nuestra familia se ha
ampliado, tenemos nuestra familia carnal, cercana y nuestra familia en la Red.
Internet sirve para comunicar mejor y más rápido. Internet es una potente
herramienta de marketing y un escenario imprescindible para publicitar marcas y
productos. Internet es nuestro libro de consulta y nuestra biblioteca. Internet
es todo esto y mucho más…
Pero Internet también es el cauce para
encontrar amigos de la infancia, hacer amigos nuevos e incluso como intercambio
de experiencias entre grupos de aficiones comunes; llegamos a tener una
comunicación totalmente fluida y sincera con gente que, aun no
conociéndola personalmente, tratamos con
total amistad y confianza.
Y aquí es donde yo quería llegar ¿Seriamos
capaces de perder todos estos amigos que hemos ganado en la red? Ya los
conocemos a todos con nombre y apellidos ¿No sería quitarnos una parte de
nuestra vida? Creo que nos quedaría un gran vacío, de amistad por un lado y de
quehacer diario por otro. No nos hemos dado cuenta de cómo se nos ha ido
metiendo en nuestra cotidianeidad escribir a unos y contestar a otros,
preguntarles por sus cosas, sus hijos, su pareja, el trabajo. Forman parte de
nuestra realidad y nosotros de la suya. Si algo nos sucede, inmediatamente
ponemos una foto en el FaceBook o lo contamos por Twitter y recibimos
contestación en décimas de segundos. ¿Podríais vivir sin ello? No lo sé… Yo no.
¿Y vosotros?
Espero vuestros comentarios
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