martes, 26 de marzo de 2013

"El café pendiente"




Hoy leí esto que os pongo a continuación y he querido compartirlo con todos vosotros:

"Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas.:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van.

Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.

Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés - pagan normalmente.

Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan.

Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos.

Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería.

De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:

- ¿Tienen algún "café pendiente"?”




Es extraordinario poder poner esta “noticia” –que no debiera ser llamada así- y ver que son muchos los solidarios, son muchos los que no vuelven la cara ante la adversidad, muchos los que no se creen el ombligo del mundo, los que se hacen uno con los demás.

Ver que hay muchas cosas buenas de las que hablar en este momento oscuro que nos ha tocado vivir.

Desde aquí mi homenaje a todos ellos.


viernes, 15 de marzo de 2013

19 de Marzo - El Día del Padre


La celebración del día del padre es muy especial para niños y no tan niños.

Yo recuerdo que cuando era pequeña preparaba mis dibujos, la compra del regalo y la comida con especial cariño, pero rememorando aquel tiempo y comparándolo con el actual veo diferencias sustanciales en esta figura paterna. No lo digo por diferencias en el cariño con que se celebraba el día o porque éste quisiera menos a los hijos sino por la figura paterna en sí.



Antes el padre no participaba tanto en el día a día del niño en cuanto a sus quehaceres diarios, cotidianos.

El padre de entonces tenía un rol muy diferente. Prácticamente era el único que sustentaba económicamente a la familia, era el que marchaba a trabajar por las mañanas y volvía, la mayoría de las veces, por la noche sin participar casi en los juegos, baños, cena,… etc. de los niños.



Incluso la autoridad era distinta, vista desde el niño. Más de una vez, cuando se hacía alguna trastada, se escuchaba aquella frase de la madre que decía “se lo voy a decir a papá…” y entonces aquello era "muy serio”.

Ahora, afortunadamente, además de que en la mayoría de los casos la familia es sustentada por ambos progenitores, los baños, juegos, papillas, cambios de pañal…, se comparten también. Jugar con papá, que te vista, te lleve al cole se solapa con esa misma actividad de mamá.



La afectividad y la ternura que antes eran patrimonio de la madre ahora se comparte al mismo nivel sin que, por ello, se pierda la identidad masculina, al contrario, pienso que ahora todo esto ha venido a completar al padre y es una gozada ver que el niño se siente igual de cómodo y feliz con uno que con otro en su vida diaria y que pueden hacer lo mismo con cualquiera de los dos. En el padre, por decirlo de alguna manera, se ha cerrado el ciclo.



Digo todo esto no en detrimento o crítica de los padres de antes, para nada, era otro tiempo, otra tradición, sino a favor del papá de hoy que vive la paternidad desde todos los puntos de vista e interacción con los hijos.

Desde Mifabula queremos celebrar este día tan especial. Desde aquí nuestra más cariñosa y enorme FELICITACION A TODOS LOS PAPIS!!
Y desearos que paséis un GRAN DÍA!!