Primera comunión
Hay cosas en la vida que nunca se olvidan y
regalos que siempre se conservan. Este es el caso, del día que recibí la
primera comunión hace ya 30 años y de la medalla que todavía hoy, sigue colgada
de mi cuello. Hay algo en esa medalla, “y supongo que no es casualidad”
que me ayuda en mi día a día.
Sólo puedo decir una cosa a mis padres:
GRACIAS por lo que me habéis dado.
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