¡Medalla
reparada!
Era un día
cualquier, sin grandes novedades hasta que… recibimos este mail de una clienta…
“Te
cuento una anécdota muy graciosa que ha hecho más famosa a mi pulsera... Cuando
la recibí, le explique a mi hijo mayor (de tres años), que la pulsera era de
mis amores, el y su hermana, como ponía en mi pulsera, y el se quedo mirándome
y me dijo: - mama te falta un amor! ¿Y papá? ¿Donde esta su medalla?
Me dio por reír y le dije que la medalla de
papá era la pequeñita de Mifábula y se quedo tan convencido, pero cuando se
rompió la medallita de papi imagina el berrinche...”
¡De berrinche nada,
nuestra querida amiga ya tiene su medalla exacta! Nos encanta recibir vuestras
historias, ya sabeís que Mifabula, es algo más que una joya
bonita, son emociones grabadas, ¡y nunca mejor dicho!.
¿Te animas a
contarnos tu historia?
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