Cada día salimos
muy temprano de casa, pasamos todo el día fuera y casi sin poder parar ni un
minuto para nada. Parece que cada día nos falta más tiempo y pero seguimos queriendo
vernos bien y cuidarnos, y hacemos verdaderos esfuerzos por hacerlo y
arreglarnos a la hora de salir por las mañanas.
Cuando
acaba el día, después de toda una jornada de tareas y de andar de un lado para
otro, poco queda ya del maquillaje que nos habíamos aplicado por la mañana. En
ese momento, muchas veces a alguna en la oficina nos surge un plan interesante
para un “after-work” con amigas, una cenita romántica entre semana o cualquier
otra propuesta tentadora que nos nos permite hacer una parada estratégica en
casa no podemos más qué pensar: ¿Y qué hago con esta cara?, ¿tendrá algún
arreglo el cansancio?
Por eso cuando
una de nuestras clientas nos contó sus trucos para convertir un maquillaje de
día en una de noche nos pareció de lo más práctico y hemos querido compartirlo
con vosotras:
Rostro renovado
Seguramente
al final del día tendrás cierto brillo en la piel, por eso, empieza pasando por
la zona T (frente y nariz) una toallita desmaquillante, suavemente, sin
acercarte a los ojos. De esta manera lograrás eliminar algunas impurezas
acumuladas durante el día y generarás un aspecto más vital y luminoso.
Luego,
aplica alguna base en polvo compacta, que podrás llevar siempre contigo y el
gesto sólo te llevará un minuto para conseguir color y una aspecto más
saludable en la cara.
Si
no llevas contigo ningún colorete puedes aprovechar el mismo polvo compacto,
aplicándolo con mayor intensidad en zona de tus mejillas. Otra opción es jugar
con una barra de labios de color intenso como si se tratara de un colorete en
crema y distribuirlo bien por las mejillas en dirección hacia arriba.
Mirada descansada y elegante
Para
lograr que tu mirada luzca descansada después de un largo día, moja las puntas de
tus dedos índices con agua fría y presiónalas sobre la zona de las ojeras para
refrescar la piel y lograr que no se marquen las bolsas.
Corrige
la zona de las ojeras con un corrector (siempre respetando el color de tu piel,
ni muy oscuro ni muy claro)
Usa
tu clásico delineador negro para dibujar una línea prolongada sobre la línea de
las pestañas y en dirección a tus cejas. Verás como crearás así un efecto
genial de ojo rasgado, ideal para salir.
Repasa
el rímel que pusiste por a mañana haciendo aplicaciones más lentas e
intensificando el efecto para lograr unas pestañas más largas y espesas.
Siempre lleva contigo una sombra clarita con algún brillo o iluminador para aplicar en el párpado superior, a la altura del hueso del ojo. Esto abrirá tu mirada y el brillo te dará un aspecto descansado y más sofisticado para la noche.
Boca seductora
El clásico gloss que siempre llevamos en el bolso es perfecto para el día, pero por la noche lo ideal sería darle un toque de color a los labios para hacer tu look más arreglado. Por eso, incluye en tu bolsita de maquillaje algún labial mate intenso (rojo, rosado o coral) y aplica encima el brillo. La combinación del color y el brillo marca la diferencia.
Con estos pequeños detalles y un toque de perfume ya estarás lista para asistir
a cualquier plan que te propongan, segura de ir estupenda sin perder un minuto
de tu valioso tiempo.
¿Nos sigues en las redes sociales?
Tal vez te interesen otros artículos de nuestro blog como…
No hay comentarios:
Publicar un comentario