Hoy leí esto que os pongo a continuación y he
querido compartirlo con todos vosotros:
"Entramos en un pequeño café, pedimos y
nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas.:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres
"pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se
van.
Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden
dos cafés - pagan normalmente.
Después de un tiempo, vienen tres abogados y
piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro
“pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se
marchan.
Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno,
pero paga los dos.
Estamos sentados, hablamos y miramos a través
de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería.
De repente, en la puerta aparece un hombre vestido
muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?”
Es extraordinario poder poner esta “noticia” –que no debiera
ser llamada así- y ver que son muchos los solidarios, son muchos los que no
vuelven la cara ante la adversidad, muchos los que no se creen el ombligo del
mundo, los que se hacen uno con los demás.
Ver que hay muchas cosas buenas de las que hablar en este
momento oscuro que nos ha tocado vivir.
Desde aquí mi homenaje a todos ellos.